Días pasan, horas mueren, minutos duermen burlándose de mi tiempo. Los relojes se convirtieron en cronómetros que en vez de anunciar las horas esperan el momento. Y de repente mi mente funciona de alarma, y los recuerdos resuenan en mis pensamientos, y el mayor sentimiento perturba mi alma; sentir que ya no te tengo.
Lágrimas revividas vuelven a bañar mi rostro, y se siente tan real como aquel día en el que vi tu cuerpo sin vida, ausente de espíritu ser el centro de una parodia llamada velorio.
Las culpas pesan más que las murallas de remordimientos, porque supe que pude hacer más, ahora que no te tengo. Es tan maldita la ironía de ver hechas realidad tus palabras, que me da rabia recordarte decir "no creo que llegue a mañana". Mientras fuimos tan endurecidas por los rastros de la historia, que no prestamos atención a tus súplicas de ayuda, que hoy me siento tan inmunda y maldita, que creo que no merecí que me dieras la vida.
Lo cierto es que solo Abel Alejandro me ha hecho comprender tus verdaderos sentimientos, y lamento no haberme aferrado a tu vida con todas mis fuerzas, no haberte abrazado cada día mientras la muerte tocaba tu puerta, no haber valorado en su momento la persona que eras para conmigo. Porque no importa cuántas fallas hayas tenido, yo sé que me amabas, pero estaba tan ciega que no lo notaba.
Espérame y pide a Dios por mi alma, porque no quiero morir y despertar sin tener una segunda oportunidad mañana, de arrodillarme, besarte y lavarte los pies con mis lágrimas, agradeciendo tus sacrificios de MADRE, agradeciendo tu elección de darme vida.
I MISS U, ESPECIALMENTE HOY QUE QUIERO ABRIR MIS ALAS, Y NO TENGO UNA MADRE QUE ME Enseñe A VOLAR.
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