Todo aquel que me conoce sabe que mis encuentros previos con el transporte público de nuestro país no han sido muy amenos, en buen dominicano soy una “yautía coco” cuando de carros públicos se trata. Y no es para menos, para una persona que 3 calles después de su casa está totalmente perdida, no está hecha del material suficiente para estar vociferando: chofer cuando pueda!.
Les cuento que tres veces intente dominar esa gran hazaña, mi primera vez (como todas las primeras veces que se hace algo) no fue nada placentera; ilusa, enamorada y adolecente, con esta combinación mortal de adrenalina y estupidez, decidí acompañada de mi mejor amiga Kamelyn visitar a mi novio en su trabajo, resulta que pedimos parada lo más cerca que creímos del lugar, claro no sabíamos que 10 cuadras de la Bolívar eran tanto en pasos humanos. Para el colmo que remató el día olvidamos pedir nuestro cambio al chofer, y terminamos en una bomba de gasolina sin la menor idea de donde estábamos y estafadas por uno de los “PADRES DE FAMILIA” de nuestro país.
Mi segunda vez fue un poco más fácil, fui con mi amigo Starlyn a una escuela de locución interesados en inscribirnos, el trajín de ese día fue menor porque todo el tiempo el estuvo a mi lado explicándome la filosofía metodológica matemática de cómo parar un carrito público, desde la seña de los dedos hasta la repartición de asientos.
La tercera y última hasta hace pocas semanas fue con mi prima Ariana, la acompañe a un centro de belleza que esta en Sema, el camino tan solo fue unas pocas cuadras, lo que mi falta de experiencia desconocía es que el asiento que está cerca de la puerta es única y exclusivamente para veteranos del transporte, para personas que desconocen la sensación de estar en una montaña rusa, pero tienen una idea de ello; en resumen cuando el chofer piso el acelerador deje medio cuerpo afuera, y de no haber sido por el rescate a tiempo de mi prima creo que no estaría relatando la historia.
Hoy día soy cinta amarilla de los BM2BLEPIE, y aunque solo conozco una sola ruta, y es la que me lleva de la Duarte a mi casa, soy una experta con visión rayos x diferenciando los ladrones de mis demás compañeros de tragedia. Tengo 10 reglas de oro para poder pertenecer a nuestra asociación (BM2BLEPIE c por a):
Mientras tanto hasta nuevo aviso seguiré siendo parte de esta asociación, pero con miras a pertenecer a PFYM (por fin ya montados).
Les cuento que tres veces intente dominar esa gran hazaña, mi primera vez (como todas las primeras veces que se hace algo) no fue nada placentera; ilusa, enamorada y adolecente, con esta combinación mortal de adrenalina y estupidez, decidí acompañada de mi mejor amiga Kamelyn visitar a mi novio en su trabajo, resulta que pedimos parada lo más cerca que creímos del lugar, claro no sabíamos que 10 cuadras de la Bolívar eran tanto en pasos humanos. Para el colmo que remató el día olvidamos pedir nuestro cambio al chofer, y terminamos en una bomba de gasolina sin la menor idea de donde estábamos y estafadas por uno de los “PADRES DE FAMILIA” de nuestro país.
Mi segunda vez fue un poco más fácil, fui con mi amigo Starlyn a una escuela de locución interesados en inscribirnos, el trajín de ese día fue menor porque todo el tiempo el estuvo a mi lado explicándome la filosofía metodológica matemática de cómo parar un carrito público, desde la seña de los dedos hasta la repartición de asientos.
La tercera y última hasta hace pocas semanas fue con mi prima Ariana, la acompañe a un centro de belleza que esta en Sema, el camino tan solo fue unas pocas cuadras, lo que mi falta de experiencia desconocía es que el asiento que está cerca de la puerta es única y exclusivamente para veteranos del transporte, para personas que desconocen la sensación de estar en una montaña rusa, pero tienen una idea de ello; en resumen cuando el chofer piso el acelerador deje medio cuerpo afuera, y de no haber sido por el rescate a tiempo de mi prima creo que no estaría relatando la historia.
Hoy día soy cinta amarilla de los BM2BLEPIE, y aunque solo conozco una sola ruta, y es la que me lleva de la Duarte a mi casa, soy una experta con visión rayos x diferenciando los ladrones de mis demás compañeros de tragedia. Tengo 10 reglas de oro para poder pertenecer a nuestra asociación (BM2BLEPIE c por a):
- Siéntate delante solo si la guagua tiene poco espacio, de esta manera evitas ir como jamón cocido en pan de agua; de lo contrario busca un lugar próximo a la ventana.
- Nunca abras la ventana completamente, para que no te quedes sin nada, incluyendo el pasaje de pagar la dichosa guagua.
- Si tienes deseos de escuchar música (y créanme que querrán) por favor use sus audífonos, no todos están de humor para escuchar a “la más dura” y su tema “Te pego tu cuernazo” y mucho menos escucharle cantar sin la menor afinación.
- Si olvido usar su desodorante, u olvido usar su perfumito, pague sus dos pasajes y no haga que otro pobre infeliz quede marcado con su error.
- Si usted fue uno de los que olvido que el condón evitaba las criaturas, hágase cargo de la suya y no se la dé a cualquier desconocido a que se la cargue.
- Si por motivos de economía usted tuvo que ir en voladora al super, al menos devuélvase en taxi con la compra, no es una opción que cada pasajero de la bendita guagua le cargue una funda.
- Por mucho amor y pasión que se sienta por su pareja, por favor reserve el chulimameo para ocasiones más propias, o pague su cabaña.
- Si le entra una llamada a su celular sea lo más breve posible, los demás no tienen interés en saber lo gorda que se puso fulana o mengana.
- Es un transporte público no una emisora de radio, el chofer está manejando no jugando a ser DJ, deje de solicitar canciones.
Mientras tanto hasta nuevo aviso seguiré siendo parte de esta asociación, pero con miras a pertenecer a PFYM (por fin ya montados).
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